In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

jueves, 31 de octubre de 2013

La sociedad como masa fragmentada.




La afirmación que la sociedad es una masa fragmentada viene demostrada y determinada por los hechos que acontecen en ella, el aserto de que el “gregarismo es la consecuencia de la soledad y aislamiento del hombre” lo ratifica. La contradicción de una masa fragmentada se ve en la sociedad en la que vivimos, y en la que no parece haber un fin concreto ni objetivo que le dé un significado a su existencia, el hombre-masa se deja arrastrar por la corriente de la propaganda impuesta, es decir, por pulsiones ideológicas, culturales, religiosas, deportivas y de la industria del entretenimiento entre otras.
Los condicionantes externos que anulan en gran medida la voluntad del sujeto se deben a su fatiga crónica y falta de valores que lo llevan a un callejón sin salida, determinando su conducta y reduciéndolo al consumo en general. El auto-engaño del hombre-masa vendrá determinado por varios factores como hemos visto, sus motivaciones y pasiones  quedan también anuladas al verse sometido a un entorno hostil y confuso que no acaba de comprender en su totalidad.
El sistema impone un pensamiento que la gran mayoría de los hombres acaba aceptando y asimilando de un modo u otro desarrollando diversos transtornos en forma de neurosis. El hombre neurótico se distingue por la ansiedad, angustia y desorden que lo llevan a un conflicto psicológico y que acaba condicionan y alterando en su conducta.
Un claro ejemplo de cómo el hombre-masa perpetua su conflicto psicológico lo podemos encontrar en la industria del entrenamiento, el cine y la televisión hacen de espejo en el que ven reflejados sus temores y miedos, las conflictos que se dan en las relaciones con sus semejantes, la intolerancia, su egotismo, la vanidad, la violencia, la competencia, etc, etc.
La fábrica de seres envilecidos por la constante tortura psicológica en la que se halla la sociedad y que es alimentado por los medios de comunicación y la industria del entretenimiento es permanente e indica el grado de degradación de toda la sociedad y del sistema en la que interactúan sus miembros, es a la vez, su continuidad y futuro como especie en un mundo cada vez más inestable e inseguro para su supervivencia.

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