In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

lunes, 8 de febrero de 2010

El origen de los bancos.


¿Por qué se crearon los bancos? La posible consecuencia del nacimiento de los bancos se debe principalmente a la inseguridad del individuo, a alguien se le ocurrió que los bienes acumulados por el hombre debían estar a buen recaudo en algún lugar que estuviera a salvo de posibles amenazas por ejemplo, robos. Los hombres que habían acumulado algún tipo de fortuna, se sentían más seguros si cabe si sus bienes permanecieran intactos, la adquisición de bienes materiales se traduce después en la invención del dinero para agilizar el comercio de las mercancías entre las personas, el dinero amontonado por los comerciantes, favorece en la implantación del capitalismo que se afirma con la ayuda de los bancos que ofrecen mayores facilidades en el movimiento del capital para transacciones financieras, cobros, créditos. etc,etc. La conclusión a todo esto se deriva en los temores del hombre que al no tener confianza en su prójimo, se la otorga a entidades financieras y bancos, que no tienen ningún tipo de escrúpulos en hacer del capital depositado por sus clientes lo que les venga en gana, como invertirlo en armamento para conflictos bélicos, lavado de dinero proveniente del narcotráfico, especulación inmobiliaria, destrucción del medio ambiente etc,etc.



Aquí les dejo el enlace de un texto de los compañeros de Crisis. "La banca invierte en guerra y destrucción del medio ambiente"

Listado de Bancos en España que invierten en la fabricación de armas y su participación, enlace de la página Tortuga (Grupo Antimilitarista Elx-Alacant)

3 comentarios:

El lobo estepario dijo...

En una sociedad mínimamente organizada, y en la que se procure evitar un feudalismo a la antigua usanza, los bancos son imprescindibles para que fluya el capital. Otro tema es qué tipo de banca nos conviene. ¿La privada? Considerando los tentáculos que extiende sobre el Estado, el tráfico de influencias, etc., no. ¿La nacionalizada? Se evitarían ciertos movimientos, pero el ciudadano sigue en este modelo a los pies de los caballos de una autoridad que le supera, de una jerarquía a la que debe atenerse: el Estado.

Proudhon apostaba por la Banca mutualista, que mueve a risa a los cínicos modernos, incapaces del menor amago de idealismo, de iniciativas arriesgadas. Es cierto que haría falta otra raza, una mutación de la actual especie, para que una sociedad se acogiera limpiamente a las ventajas de la mutualización bancaria, pero éste es sin duda el modelo más justo (en tanto que equilibra las desigualdades pero a la vez fomenta la iniciativa individual) que quepa imaginar.

La Banca mutualista no implica intereses en la concesión de créditos. El crédito se concedería para ser devuelto, por supuesto (es la comunidad la que otorga el préstamo), pero no con ánimo de enriquecerse mediante dicho préstamo.

Esta banca, la opción "anarquista" funcionó en cierto modo con las Cajas de Ahorros de pequeñas localidades, así como con los microcréditos que se han experimentado en países como la India, y si en ocasiones se ataca su modelo citando ejemplos de corrupción o desfalco, ello se debe más a la naturaleza humana que a las posibilidades que nos brinda la mutualización.

Lo que tengo claro es que al actual modelo bancario es un atentado contra la Humanidad, y que a día de hoy es la Banca quien gobierna, y gobierna sin piedad.

Salud y acracia

Albert dijo...

Cierto Lobo, Una banca mutualista sería la mejor opción, mi idea en el escrito solo era reflejar la inseguridad y los temores del hombre y enlazarlo con la creación de los bancos.
Saludos y libertad!

Albert dijo...

También se podría inscribir en lo que los hombres entendemos hoy por propiedad privada, cualquier cosa o bien, que nos da la sensación de pertenencia, algo que nos han implantado desde la infancia.